He participado en una nueva edición de la Semana del Modernismo que se celebra en la ciudad de Alcoi formando parte del desfile de autoridades inaugural de la feria junto al Alcalde, Director General de Turismo y miembros de la Corporación municipal. Ha sido una edición limitada muy marcada por las precauciones ante la pandemia, todavía presente, aunque con mucha menor virulencia que el año anterior gracias a la importante vacunación que se ha llevado a cabo durante estos meses. Una vez más la ciudadanía alcoyana ha sabido responder con prudencia y responsabilidad y hemos sido capaces de poner en valor nuestro patrimonio y tradiciones.

Con esta celebración, los alcoyanos y alcoyanas, vestidos de la época, nos volcamos a instancias del Ayuntamiento y con la colaboración de diversas asociaciones, por convertir la ciudad en sede cultural y transmisora de un movimiento, el modernismo, que adquiere en Alcoi personalidad propia y que surge en el contexto de un gran desarrollo industrial, económico y urbano de a finales del siglo XIX y principios del XX. Se trata de un movimiento artístico que pretendía llevar el arte a todas las facetas de la vida y que influyó en el diseño urbano de nuestra ciudad. Y la semana modernista nos incita a pasear por ella y observar  muestras tanto arquitectónicas como decorativas de este estilo.

Vicente Pascual Pastor y Timoteo Briet Montaud fueron los arquitectos que incorporarían esta tendencia en Alcoi con reformas y edificaciones plenamente modernistas que nos sirven de reclamo turístico a la ciudad en esta semana. Y las distintas rutas promocionadas nos permiten visualizar las grandes muestras de este estilo y de sus creaciones:

El edificio del Conservatorio de Música y Danza, la fundició rodes, el antiguo Matadero, el puente del Viaducto de Canalejas, Las Fábricas de Ferrándiz y Carbonell, el Cementerio, la Casa del Pavo, el Círculo industrial de Alcoi, la casa laporta, etc..

Pero más allá del reclamo turístico que tiene la misma, recordar la época e introducirnos en ella a través de las exposiciones, conferencias, talleres, espectáculos, etc..nos permite también visualizar una sociedad desigual, con grandes diferencias sociales y económicas que nos deben hacer poner en valor el estado democrático, autonómico y actual que hemos construido entre todos y que debemos proteger. Porque hemos conformado una sociedad con más derechos donde las diferencias sociales, en muchos casos, se han reducido. Siempre existen dificultades y es cierto que necesitamos mejorar muchas cosas y afrontar nuevos retos. Pero visualizar el pasado nos debe servir para poner en valor una sociedad que ha mejorado la igualdad en derechos y en el acceso a las oportunidades de una vida mejor.

Quiero reivindicar por ello y poner en valor una de las máximas aspiraciones que como socialistas tenemos, el acceso a la educación, a la protección de la salud y a las prestaciones sociales con independencia del origen de cuna. Unos derechos a los que no todos tenían acceso a finales del siglo XIX y que ahora sí, y que gracias a las políticas que promovemos  nos permite avanzar en igualdad y en prosperidad.

Hemos avanzado en los derechos de las mujeres. En la época que recordamos, las mujeres no tenían derecho a voto. ( Interesantes son los debates parlamentarios de la época, especialmente de Victoria Kent y de Clara Campoamor en el Congreso de los Diputados que les recomiendo. Ambas fueron defensoras del derecho al voto de la mujer pero con diferente estrategia. El 30 de septiembre y uno de octubre tengo la oportunidad de asistir a las jornadas en conmemoración del 90 Aniversario del Sufragio Femenino a invitación de la Presidenta del Congreso, donde se pondrá en valor a la Diputada Clara Campoamor y su herencia feminista que defendió el derecho por encima de circunstancias coyunturales. Hubiera sido interesante revivir una vez más en la nueva edición de la Semana Modernista en Alcoi, la manifestación de las sufragistas reclamando el derecho del voto de la mujer, pero la precaución ante el virus covid para intentar evitar aglomeraciones, justifica que no se hiciera en esta ocasión. No podemos perder de vista, que en el contexto de la historia de la humanidad el sufragio femenino en España es muy reciente  y es escandaloso que todavía existan países en los que se le niega la mujer el derecho al voto y a vivir plenamente en igualdad de condiciones que el hombre. Una reivindicación que permanece viva en la actualidad en muchos lugares del mundo) .

Por todo lo expuesto, es importante No perder de vista el pasado para poner en valor el presente y mejorar en igualdad el futuro y no dar ni un paso atrás en la defensa de los derechos adquiridos.

Y para mejorar el futuro continuaremos trabajando con empeño por afrontar los grandes retos de nuestra era, la digitalitación, la sostenibilidad mediambiental, la cohesión social y territorial, con el gran objetivo de conseguir el mejor bienestar social y económico de la ciudadanía, sin olvidar nunca de donde venimos. Esa es, en verdad, mi lucha personal y mi empeño.

 

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